Ambas
partes están en constante lucha. Cada vez que sale tu genio se te ocurre algo
que podría ser brillante, tu instinto de supervivencia trata de hundirlo,
inventando toda clase de historias, razonamientos, urgencias y distracciones.
Es difícil sacar lo mejor de ti cuando una parte de ti mismo te dice que te
calles y sigas con tu vida.
Daniel
Goleman explicó muy bien este fenómeno en su famoso libro Inteligencia
Emocional (1995). Él denominaba mente racional a la parte de nuestro cerebro
que piensa, y mente emocional a esa otra parte más impulsiva. Ambas interactúan
y forman nuestra vida mental.
La mente
emocional se corresponde físicamente con el sistema límbico, mientras que la
racional se corresponde con el neocórtex. El sistema límbico es la parte del
cerebro que se desarrolló en primer lugar y por tanto, aunque es mucho más
pequeña, es más poderosa que el neocórtex.
Cuando
aparece una emergencia, es la mente emocional la que toma el control. En ese
momento, es difícil razonar. Incluso cuando le mente racional gana inicialmente
la batalla, la mente emocional trata muchas veces de retomar el control. Es
cuando te dices: “¡Uy! No tenía que haberlo hecho”.
La
resistencia que provoca la mente emocional o el instinto de supervivencia hace
que muchos eviten las herramientas que les pueden hacer ganar tiempo y ser más
productivos. Prefieren estar ocupados haciendo la lista de tareas de otros a
crear la suya. Al vivir siguiendo las instrucciones de otros, no tienen la
culpa de nada cuando algo no funciona.
Una historia basada en la vida real sucedió hace mucho tiempo pero no deja de ser la realidad que le toca vivir a muchas personas. En una día cualquiera Gimena conoce a Carlos, ellos al observarse uno al otro quedan totalmente enamorados, no paso mucho tiempo en que ellos decidieron formalizar una relación, después de unos meses de visitar muchos lugares ellos se casaron, como es de esperarse tuvieron una hija, vivían muy felices no paso mucho en que tuvieron que tomar una la primera decisión difícil y es que Carlos tendría que ir a la guerra a defender su país, fue un momento muy crucial para la vida de Gimena, cuando Carlos se fue, ella tenía que asumir el rol de padre también, se sintió muy desolada durante mucho tiempo pero tomo la decisión de reemplazar las emociones que le hacían, daño por otras que le permitan hacer que la vida, se viera con mas esperanza, lamentablemente después de una año le llego una carta donde decía que su esposo había fallecido, ella ya era fuerte emocionalmente lo lloro un tiempo pero esta ves se repuso mucho mas rápido, le dio gracias a Dios por verle permitido compartir con su esposo todo lo que vivió a un sus defectos y continuo con su vida.
Y esa historia se las presento a continuación es un trabajo que realice con el programa de Cantasia estudio 8, espero que les agrade, gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario